Buscando información para la tarea de esta semana, fraude científico, he dado con un caso que me parece interesante, el cuál, si no recuerdo mal, se hizo referencia hace poco en clase. Trata sobre la influencia de los campos electromagnéticos y lo peligroso de convivir entre cables de alta tensión o el uso de teléfonos móviles.
La Oficina para la Integridad de la Investigación del Departamento de
Servicios Humanos y de Salud, del gobierno de los Estados Unidos, dio a
conocer un informe en el que se concluía que Robert P. Liburdy, un
bioquímico que trabajaba para el Laboratorio Nacional Lawrence en
Berkeley, “intencionalmente falseó datos” sobre sus investigaciones
referentes a los efectos de la radiación en cultivos celulares (Scientific American,
octubre de 1999). Este hecho ha tenido efectos negativos para la
investigación sobre los posibles efectos de campos electromagnéticos de
baja intensidad (generados por cables y equipos eléctricos) en
organismos vivos, pues Liburdy había publicado, en 1992, dos artículos
en los que mostraba que dicha radiación afectaba cultivos celulares. Un
comité del laboratorio donde trabajaba Liburdy, encontró también que el
investigador había incurrido en “conductas impropias” al “inventar
deliberadamente datos artificiales completamente inexistentes”. Liburdy
sostenía en sus artículos que la radiación electromagnética de baja
intensidad afectaba la manera en que las células transportan los iones
de calcio, importantes señales biológicas, implicando la posibilidad de
daño en el organismo humano en caso de exposición frecuente al tendido
eléctrico. Una voz anónima dio la voz de alarma y Liburdy fue
investigado, especialmente para que explicara el destino de los seis
millones de dólares recibidos como financiamiento académico, de los
cuáles, finalmente, sólo pudo devolver 360 mil dólares. Liburdy, quien fue
obligado a renunciar, no admite ni niega haber cometido fraude
científico, pero aceptó desdecirse de los datos publicados y no recibir
financiamiento del gobierno durante los próximos tres años.
Hay que dar gracias de que Liburdy fuera investigado y descubierto, ya que es un tema que aún en nuestros días genera numerosas discusiones y al que se destininan grandes cantidades de dinero, y aunque parece que el resultado tiende a la no influencia en el ser humano, con informes como el de este señor, se podía haber frenado el desarrollo en ciertas ramas de la tecnología y en su día se creó una fuerte corriente de pensamiento apoyada en estos artículos y estudios como los de Liburdy.
Las fuentes de la información se pueden consultar en estas dos páginas web : 1 y 2.
Las fuentes de la información se pueden consultar en estas dos páginas web : 1 y 2.
Interesante caso. Parece que aquí al fraudulento le pudo más el deseo de obtener unos resultados que su ética. ¿Se engañaría a si mismo o sería un fraude doloso? Supongo que no lo sabremos...
ResponderEliminarA mi parece correcto,con mi pene to erecto
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